23 dic 2013

Chungking Express, Hong Kong desmitificado

Chungking Express, grabada en las calles de Hong Kong en apenas dos semanas, lanzó al estrellato internacional a su director Wong Kar-Wai. La cinta muestra dos tramas orgánicas y entendidas con las inquietudes de la juventud y de la universalidad de las relaciones de pareja, sin olivar la impresionante fotografía ya reconocida del fotógrafo Christopher Doyle. Toda la historia, en breves pasos pero contundentes, desarrolla personajes originales, autónomos. Una película que mostró en su momento el lado más realista de las calles de Hong Kong. 

Los méritos del trabajo empiezan desde el reparto, Brigitte Lin, una las leyendas del cine oriental de estilo clásico (de novela histórica) , aceptó trabajar en el filme vestida de la manera más occidental posible, de gabardina, lentes oscuros, rubia, un poco como las películas en blanco y negro de los años cuarenta, en contraposición con la figura previa de su carrera. La segunda revelación fue la actriz y cantante Faye Wong, que fue descubierta en las grabaciones como uno de los personajes más carismáticos de la industria cinematográfica moderna. 

El aclamado director nos proporciona, en un lenguaje poético impecable, las fuertes emociones de la decepción y la soledad, que pese al análisis pesimista, termina con la superación o con el encuentro de la felicidad momentánea, efímera. La fotografía y el entorno en el que se desarrollan los personajes (un restaurante, las calles, un departamento), es fundamental para la esencia de la historia. El realizador puso especial atención en los detalles de la vida casera, el comportamiento intrapersonal de los protagonistas, es decir,  dónde viven o cómo interpretan su lugar de desenvolvimiento. 

Una de las personajes , que valió la creatividad a la historia, es Faye, una chica bastante divertida que, enamorada de un policía que trabaja cerca del restaurante de su tío, se introduce a escondidas en la casa del uniformado (quien está deprimido por una decepción amorosa). Ella cambia pequeños aspectos del departamento (mueve cosas de su lugar, cambia cosas sucias, limpia el agua de los peces) , lo que resulta en una transformación positiva para su chico, con una mejoría de la vida a partir del entorno y de la convivencia con los objetos. 

El filme desmitifica al Hong Kong de las mafias y de las patadas voladoras. Al contrario del estereotipo, nos da una gama de comportamientos que a la larga nos parecerán universales: amor, desencuentro, indecisión, silencio. El director proporciona una trama entretenida, divertida y conmovedora, alejada del cliché occidental. Perfecta para el público que quiera ver algo diferente a las comedias románticas. Una extraordinaria fotografía, una trama sólida y unos personajes espontáneos, frescos, jóvenes, dan a este filme un aspecto peculiar que vale la pena ver para pasar un momento ameno y muy divertido. 







No hay comentarios:

Publicar un comentario